En estos momentos, es una alegría que haya restauradores con ánimo e ilusión por emprender la aventura de abrir un nuevo restaurante. Casa Mortero abrió sus puertas a mediados del pasado mes de septiembre en el barrio de Cortes de Madrid, a espaldas del Congreso de los Diputados.
“Como en casa”, “Majar, guisar y rebañar”, “En lo simple está la virtud”. Así se presenta Casa Mortero. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Este restaurante es el proyecto del Chef Pedro Gallego que capitanea la cocina y de su socia Carmen Pereda que dirige la estrategia de negocio. Es la primera apertura de un negocio propio de Pedro Gallego, después de sus experiencias en Triciclo, Las chicas, los chicos y los maniquís, Sinsombrero o Casa Lobo.
Los dos proceden de Salamanca y apuestan por brindarnos la oportunidad de disfrutar los platos tradicionales de la gastronomía española, los de toda la vida, pero con un toque personal, aplicando técnica contemporánea a recetas clásicas. También preparan las conservas de modo tradicional: escabeches, salazones y encurtidos.
Es un muy buen comienzo. El regreso al recetario tradicional es una de las tendencias más marcadas actualmente en la restauración.
La carta es el fiel reflejo de esa vuelta a los sabores de los guisos de la abuela. Está dividida en cuatro apartados: Tentempiés, guisos, brasas y postres.
El plato estrella de Casa Mortero son los torreznos con patatas “meneás” y majado de pimentón. Sin dejar atrás las croquetas cremosas de jamón ibérico (ya están consideradas de las mejores de Madrid).
Entre los guisos cabe destacar las pochas guisadas con aceite de pimentón, carabineros y setas, para disfrutar con alegría. También encontramos los tradicionales callos a la madrileña con morro pata y cecina curada, unas notables patatas a la importancia con caldo de su cocción con pilpil y albahaca. Y que decir de la sopa de pescado y marisco.
En las brasas encontramos unos irresistibles pinchos morunos de pluma ibérica Joselito, muy sabrosos y con un divertido ritual para comerlos. También podemos disfrutar unas tiernas y crujientes mollejas de ternera con col encurtida, acompañadas con crema de maíz y jugo de membrillo. No podemos dejar de mencionar las sardinas con pimiento de piquillo.
Para aligerar la rotundidad de estos platos, nos tientan con un fresco postre de moras y frambuesas con helado de yogurt y sopa de tomillo limonero. Pero Pedro Gallego nos reta con su versión del típico postre de pan con chocolate aceite y sal.
Con respecto a los vinos, encontramos una interesante carta de vinos ecológicos, naturales y biodinámicos, diseñada por la sumiller Nuria España, que en su mayoría está compuesta por bodegas de pequeños productores.
Más allá de nuestro deseo, estamos convencidos que les espera un gran futuro. Su propuesta es la combinación perfecta de una medida simplicidad basada en la experiencia de Pedro y Carmen, el respeto a la historia gastronómica española, el cuidado equilibrio en la preparación de sus platos y un ambiente acogedor, casual y familiar que representa el alma de la cocina que ofrecen.
Creemos que han conseguido el objetivo de todo este trabajo: ¡que se unte pan!.
Tendremos que incluir a Casa Mortero entre nuestros restaurantes preferidos en Madrid.
Os haréis una idea de la propuesta gastronómica de Casa Mortero si entráis en su página web https://casamortero.com o si queréis estar al día de las novedades podéis seguir sus cuentas de Instagram o Facebook